La emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19 irrumpió en todas las actividades del mundo. Hoy, en México, la mayoría de empresas ha tomado medidas pertinentes para salvaguardar la salud e integridad de sus colaboradores y continuar operaciones en la medida de lo posible.
El home office se ha convertido, quizá, en una de las opciones más socorridas para posiciones administrativas cuyas funciones así lo permiten. El trabajo a distancia, en este sentido, supone grandes ventajas para una organización, pero al mismo tiempo conlleva muchos retos.
Para Héctor Chilpa, director general de la consultora REQ Radio Empresarial, considera que el principal reto del home office es la saturación digital, pues es muy común que las empresas, a fin de asegurarse de que los procesos continúen, empalman instrucciones en medio de tantas plataformas tecnológicas.
“Es muy importante que para hacer trabajo a distancia, las empresas gestionen muy bien su trabajo, su comunicación y los objetivos que quieren alcanzar. El error más común es saturar a los colaboradores sin definir un plan y un canal de comunicación exclusivamente para esto”, dijo el especialista.
Es por eso que el consultor hace recomendaciones básicas para que en este periodo de home office, el estrés no se adueñe de los procesos y tanto la comunicación como la productividad no se ven tan afectados por el exceso de digitalización, particularmente en el uso de WhatsApp.
- Notificar
Es muy probable que las empresas hayan hecho grupos en esta plataforma para atender temas laborales, pero es importante dar aviso a los participantes de que ésta será la nueva dinámica.
- Crear un código
Básicamente se refiere a las reglas del juego. Qué se va a compartir, qué no, a fin de que no se inunde de mensajes que se enciman unos con otros y la comunicación sea clara y sencilla. Incluso los horarios para atender las indicaciones.
- Acuerdos/Interacción
Suele pasar que al haber tantos mensajes, sobre diferentes temas, la comunicación se pierda, de tal manera que lo mejor siempre será escribir oraciones claras y, en esta medida, responderlas. Incluso si no hay tiempo de atender una indicación, notificar que fue vista y que será realizada más tarde.
- No asumir ni dar por hecho
Otro error en la comunicación vía mensajería es dar por hecho o interpretar algo ambiguo. Por eso, quien escribe debe hacer claro. Y si el mensaje no es contundente, el o los que reciben la comunicación tienen dudas, deberán preguntar y no creer que la indicación era una u otra.
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“En estos tiempo de home office estamos inundados de información, pantallas, dispositivos y tareas. Por supuesto que se puede hacer todo, pero debe haber orden, estrategia y liderazgo. Con esto, el trabajo en equipo será el responsable del éxito en cualquier organización”, agregó el especialista.
