Entre los grandes retos para la adopción de transporte eléctrico de servicio urbano se encuentran los costos de inversión y la generación de infraestructura, advierte la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

 

Por esa razón, la dependencia impulsa una estrategia nacional de movilidad eléctrica, que pretende plantear las bases sobre requerimientos, prioridades –técnicas, financieras legales, institucionales y administrativas– y de incentivos para introducir en el transporte público autobuses y vehículos que funcionen con base en energía eléctrica.

 

Al participar en el 17 Foro de Eficiencia Energética, organizado por la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), Eduardo Olivares, coordinador de asesores del Subsecretario de Planeación y Política Ambiental de SEMARNAT, indicó que es necesario que las ciudades mexicanas se vuelquen hacia la electromovilidad.

Indicó que los beneficios de integrar estas unidades son –de manera inmediata– la mitigación de contaminantes, mayor eficiencia energética y reducción de Gases de Efecto Invernadero.

Esta estrategia, a punto de ser publicada, tiene como eje fundamental el transporte público, el cual, a decir del funcionario, es el camino más completo para enfrentar las dimensiones de la movilidad. El diseño de los objetivos, misión y estrategias se han desarrollado con miras al 2030.

Los ejes estratégicos con los que se ha planteado el proyecto buscan regularizar y estandarizar los requerimientos técnicos para vehículos e infraestructura. Por ejemplo, las conexiones eléctricas. Olivares explica que si bien no es una barrera esencial, sí es importante por cuestiones de optimización en infraestructura y costos contar con un sistema de conexión universal para aprovechar la infraestructura.

Además, impulsar el transporte público como elemento de desarrollo y fortalecer la coordinación interinstitucional ante las diferencias de atribuciones en distintos ámbitos federales.

Promover la investigación y desarrollo de capital humano en movilidad eléctrica. De acuerdo con el funcionario, el avance tecnológico a menudo viene de desarrollos extranjeros, lo que se convierte en una barrera adicional.

 

“Si se consolida una industria nacional con tecnología propia podríamos abordar estas barreras de mejor manera y adoptar la electromovilidad de forma más rápida y eficiente, a fin de obtener los beneficios ambientales a un corto plazo. Es deseable que tengamos una industria nacional que pueda incorporar vehículos eléctricos lo más pronto posible”, afirmó.

Agregó que si el esfuerzo se enfoca en generar tecnología nacional e impulsar que desarrolladores mexicanos la adopten, se podrían abatir los costos tecnológicos y colocar al país en una muy buena posición ambiental y económica.