Durante la nueva normalidad, sin duda, el riesgo de contagiarse de COVID-19 sigue latente y aún no es momento de bajar la guardia con las medidas de prevención, al contrario. Por ello, el Consejo de Mantenimiento y Tecnología (CMT) emitió una serie de recomendaciones para que los operadores de autotransporte no contraigan o propaguen esta enfermedad causada por el SARS-CoV-2.

Este organismo destacó que, si bien los conductores de camiones de larga distancia pasan mucho tiempo solos en su cabina, hay momentos dentro de su actividad que corren mayor riesgo de exposición, como el contacto cercano con personal de negocios donde se detienen a comer, con trabajadores de carga y descarga de mercancías u otros operadores; así como el contacto con superficies que tocó o manipuló una persona con COVID-19.

Basados en los lineamientos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), el CMT compartió siete claves para que proteger a los operadores.

Sana distancia

Tal como lo han manifestado las autoridades de salud, un primer paso es mantener una distancia de 180 cm con respecto a otras personas y limitar el contacto, siempre que sea posible. Los operadores pueden aplicar esta medida limitando el tiempo que pasa fuera de la cabina del camión al cargar combustible, cargar y descargar mercancía, así como en las paradas y descansos.

Asimismo, procurar hacer procesos electrónicos cuando se trate de completar entregas o cargar combustible, de tal forma que evite el contacto directo.

También, de ser posible, contactar con anticipación a las instalaciones que visitará para coordinar un horario de descarga. Incluso, teniendo en cuenta que posiblemente algunos establecimientos no autoricen el acceso a sus sanitarios.

Los operadores incluso puede llevar comida, agua y suministros para limitar la cantidad de paradas.

Equipo de protección

El CMT recalcó la recomendación del uso de cubrebocas en entornos públicos donde sea difícil mantener otras medidas de distanciamiento físico, especialmente en áreas de transmisión significativa en la comunidad. Este punto es especialmente importante aunque no se presenten síntomas, pues este equipo de protección puede evitar que las personas que no saben que tienen COVID-19 lo transmitan.

Espacio de trabajo seguro

Es importante que los operadores limpien y desinfecten de manera rutinaria las superficies que se tocan con frecuencia en su actividad. En la cabina del camión, debe estar seguro de la limpieza de la manija de la puerta, el volante, el cinturón de seguridad y su hebilla, el apoyabrazos y apoyacabezas, la funda del asiento, el señalizador de direccionales, los controles, el tablero y los ductos de aire.

En el camarote, las partes a las que se debe prestar atención son: interruptores de luz, base del colchón, controles de temperatura y otras superficies planas.

Si un tercero debe acceder al interior de su camión –por ejemplo, técnicos, otros conductores o inspectores, debe solicitar que se limpie y desinfecte el espacio de trabajo antes de devolvérselo.

Para este procedimiento, el CMT recomendó seguir la práctica ) 433 del Technology & Maintenance Council (TMC).

Leer: Éstas son las buenas prácticas del CMT para la desinfección

Higiene, no puede faltar

Al igual que las autoridades han insistido en este renglón, el CMT recalcó que es fundamental tener una adecuada higiene de manos, pues ésta es una importante medida para controlar las infecciones. Para los operadores, los momentos clave en que deben lavarse las manos son: antes de entrar y salir de la cabina, al realizar entregas, carga y descarga, en descansos, al cargar combustible, entre otras actividades; antes de comer o de preparar la comida; después de colocarse, tocar o quitarse el cubrebocas.

Paradas autorizadas

Aunque es un tema que las flotas han remarcado en sus procesos de capacitación a sus operadores –atendiendo temas de prevención al robo–, no está demás decir que el uso de paradas, sitios y hoteles previamente identificados o precalificados por la empresa es también un punto que abona a la protección adecuada contra el COVID-19.

Sin embargo, y en la medida de lo posible, el CMT recomienda a los conductores que, si se sienten cansados, haga una pausa para tomar una taza de café o tomar una siesta de 15 a 30 minutos antes de continuar.

Asimismo, cuando se realizan paradas y se requiere salir de la unidad, la recomendación es evite tocar las superficies que otras personas tocan con frecuencia.  

En caso de posible contagio

Si a pesar de las medidas tomadas, se registran síntomas o hay convivencia con personas con COVID-19, el primer paso es informar a la empresa y quedarse en casa.

El CMT señaló que es muy importante crear un plan con el jefe inmediato y con la familia, sobre qué hacer si se enferma en ruta. El plan de incluir dónde hará una parada, dónde y cómo consultará a un médico y recibirá tratamiento, así como quién se encargará de la entrega de su carga.

El rol de la empresa

La compañía también pone de su parte en esta labor, desarrollando políticas y opciones tecnológicas que propicien y fomenten las entregas sin contacto, por ejemplo, sin solicitar firma. Estas opciones limitan el contacto, aumentan el espacio y evitan la necesidad de compartir artículos como lápices, plumas y otros aditamentos de firma electrónica entre conductores y personas que reciben la carga.

En materia de nuevas tecnologías, el CMT recomendó utilizar alternativas virtuales, así como sistemas de monitoreo dentro del vehículo. Evite los viajes conjuntos y las capacitaciones presenciales en aulas.

Además, como ya se mencionó, debe evaluar con anticipación las paradas que realizan  sus operadores durante su viaje, áreas de descanso y hoteles para garantizar que estén abiertos, cuenten con suministros y sigan las prácticas de seguridad recomendadas frente al COVID-19.

Finalmente, debe designar e a una persona quien sea el responsable de responder las inquietudes acerca de esta enfermedad. Los conductores deben saber quién es esta persona y cómo contactarla.

En caso de registrarse un posible caso, debe informar a sus colaboradores de su posible exposición al COVID-19 en el lugar de trabajo, siempre respetando la confidencialidad del empleado enfermo.