Este miércoles, la Guardia Nacional reportó la “presencia de habitantes” en 20 distintas casetas ubicadas Nayarit, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Querétaro, Ciudad de México, Morelos, Chiapas y Guerrero. La toma de casetas y el boteo es una práctica cada vez más recurrente que vulnera la seguridad de los operadores, y pega a las finanzas y los tiempos de entrega de los transportistas. 

Todos los días, desde primera hora de la mañana y hasta el atardecer, grupos organizados de personas toman casetas de cobro en el país bajo la exigencia de reales o falsas demandas sociales y políticas. De acuerdo con estimados de Caminos y Puentes Federales (Capufe), al día se pierden entre 4.5 y 5 millones de pesos por esta práctica. 

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Sin embargo, este tipo de “manifestaciones” se ha convertido en un creciente problema para el autotransporte de carga y de pasaje en México. Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), advirtió que ante la crisis económica y el desempleo provocados por la pandemia, los bloqueos y toma de casetas, así como la inseguridad van en ascenso y afectan a transportistas y a la población en general. 

Estamos viendo que en todas las casetas del país hay bloqueos, (los manifestantes) están buscando cómo sobrevivir, y la delincuencia se ha incrementado. Entonces, tenemos que combatir eso con la generación de empleos, la inversión, la creación de infraestructura”.

Francisco Cervantes, presidente de la Concamin. 

Durante su participación en el Foro Económico en la Nueva Normalidad, organizado junto con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) y Banorte, advirtió que con la cercanía de los tiempos electorales incrementarán los bloqueos y toma de vías de comunicación en México, pues “cualquier grupo social usa estos medios para presionar al gobierno y quien la lleva es la productividad”, dijo. 

En entrevista para TyT, Claudio Gallegos Pérez, secretario general de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), sostuvo que la toma de casetas y el boteo se convirtieron en prácticas más recurrentes, que afectan a todos los usuarios de las vías generales de comunicación, desde la llegada al poder de la Cuarta Transformación.

Expuso que las tareas de seguridad carretera encomendadas por el Gobierno federal a la Guardia Nacional carecen de una estrategia para desalojar a los manifestantes o grupos que piden dinero.

La toma de casetas incrementó cuando hay el cambio de la Policía Federal a la Guardia Nacional. Entre algunas cuestiones, con todo lo mala que se dijo que era, la Policía Federal ya tenía experiencia en esos temas, por lo menos trataban de establecer un diálogo con los manifestantes, pero resulta que ahora se organizan grupos de 15 a 20 de personas y toman las casetas con toda libertad”.

Claudio Gallegos Pérez, secretario general de la Conatram.

Toma de casetas, enemiga de costos, seguridad y tiempo 

Gallegos Pérez explicó que el pago electrónico es necesario para tener un control estadístico en la operación de las empresas transportistas; sin embargo, cuando las casetas son tomadas, hay un doble cobro, pues el sistema registra el paso del TAG y los operadores son obligados pagar una cuota adicional.   

Puede ser que los habitantes estén antes o después del cruce y saben que, por ejemplo, un full paga 500 pesos en esa caseta, así que te piden 400 pesos y te dicen ‘te vas a ahorrar 100 pesos’, pero no es así porque el sensor ya cobró. Lo sepan o no, es algo que no les interesara”. 

Claudio Gallegos Pérez, secretario general de Conatram.

El Secretario General de Conatram señaló que de no acceder a realizar el pago, los operadores y las empresas transportistas se exponen a enfrentar mayores consecuencias, si los manifestantes agreden al conductor o dañan a la unidad. Aunque, aclaró que no en todas las casetas hay personas violentas o que exijan elevadas cuotas, donde ya se puede hablar de “cierta delincuencia”, dijo. 

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Esta creciente práctica, agregó, vulnera la seguridad de los operadores pues al verse obligados a parar, quienes se dedican al robo de mercancías pueden seguirlos para detenerlos más adelante. “Otra de las razones por la que usamos TAG es por seguridad, para no pararnos en la caseta a pagar en efectivo y evitar a la delincuencia”, refirió.

La toma de casetas también afecta los tiempos de entrega, en especial para las empresas que ofrecen el servicio “justo a tiempo”, y si no cumplen enfrentan costos o sanciones por parte de sus clientes. “Desde la salida, los transportistas ya tienen el tiempo justo rogando porque no haya un bloqueo o accidente”, detalló Gallegos Pérez. 

Ante un contexto de crecientes protestas, falta de autoridad y cercanía de los tiempos electorales, el pasado 14 de agosto, el Secretario General de Conatram planteó ante miembros de la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) la necesidad de tener un plan de acción, para que al menos, el jefe o supervisor de las casetas ordene la desactivación del sensor para que los usuarios con TAG no paguen doble. 

“Debe haber un jefe o supervisor de esa caseta, y decir: mira se está dando este problema, desactiva el sensor para que el operador no pague doble”, refirió.