A un año de iniciada la pandemia del Covid-19, la vida sigue envuelta en la emergencia sanitaria. Mientras los semáforos siguen cambiando de color, la vacunación avanza y de a poco la reactivación económica sugiere mejores escenarios, las empresas buscan nuevos rumbos y mejores formas de operar. Cuáles son esas tendencias empresariales.

La eficiencia operativa, quitar grasa mas no músculo, hacer más con más son acaso premisas cada vez más recurrentes en la denominada nueva normalidad, sin embargo, a la hora de establecer los cómos no siempre se tiene claro hacia dónde hay que abrir nuevos y mejores caminos. 

En este contexto, Armando Domínguez, CEO de BoardMedia, señala que, antes de entrar en materia, habrá que entender que el mundo cambió y que nunca volverá a ser como antes, de tal manera que estas tendencias empresariales requieren una visión completamente distinta.

1. Revalorar el talento 

El especialista sugiere replantear la experiencia y el valor del equipo gerencial con el que se cuente y con el que se quiere contar, pues una gran diferencia con el mundo prepandémico es el rol que juegan. 

“Antes de la pandemia, los directores generales, sobre todo de pequeñas y medianas empresas, tenían una gerencia no tan experta, de tal manera que ellos, los dueños, solían resolver el último paso de cada tema. Eso se acabó. Ahora los dueños se han visto envueltos no en administrar el negocio, sino en tratar de reinventarlo. Y como no hay ancho de banda que pueda ambos, sí o sí habrá que invertir en gerencia de primer nivel”, señala.

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2. Cambio de paradigma… empezando por el dueño 

Con la pandemia, los requerimientos del cliente cambiaron, de tal manera que no sería conveniente seguir haciendo lo mismo que se hacía antes del Covid-19, incluso con nuevos métodos.

“Es como cuando en la escuela te aprendías las respuestas de memoria y ahora nos hubieran cambiado el orden de las preguntas. Hay que despertar a las nuevas necesidades de los clientes y tener claro que el portafolio de servicios de un negocio no está baso en la experiencia del dueño, sino en los requerimientos del mercado”, explica Domínguez. 

3. Estructura financiera 

No solo se trata de cuidar cada peso de la empresa, sino medir y establecer su desempeño. La colaboración, en este sentido, se ha vuelto en una tendencia importante, a fin de bajar costos, pero en realidad se trata de tener más rentabilidad y no necesariamente más ventas. 

“Antes de la pandemia había empresas que vendían mucho, pero no necesariamente ganaban mucho. Ahora hay quienes exprimen el gasto y se ven tentadas a abusar del financiamiento. Sin duda, una recomendación para este escenario es establecer metas más enfocadas en el rendimiento y en la utilidad”, agrega el especialista. 

Es por eso, explica, que resultará fundamental transitar de la cultura de la gestión a la cultura de resultados, pues hoy, los directores no deben subsidiar el talento, sino ponderarlo.

“Hoy se requiere un agente de ventas que amarre contratos y no solamente que ofrezca un estatus”.