Aún cuando los vehículos conectados y autónomos se acercan a su operación en el mundo real, las preocupaciones aún persisten sobre la efectividad de las soluciones de ciberseguridad automotriz disponibles actualmente, alertó un análisis de Frost & Sullivan, firma que precisa que este hecho es particularmente desafiante para las flotas comerciales, donde las amenazas son más complejas y sus consecuencias podrían implicar pérdida de productividad, cadenas de suministro interrumpidas y disminución de ingresos.

En el documento “La ciberseguridad automotriz surge como una prioridad estratégica en una era de vehículos comerciales autónomos y conectados”, concluye que las soluciones de ciberseguridad automotriz emergen como una prioridad estratégica para los fabricantes de vehículos, muchos de los cuales se asocian con especialistas para asegurar el despliegue seguro y exitoso de vehículos comerciales del futuro.

«Los piratas informáticos perciben que los vehículos comerciales que llevan bienes de alto valor son más lucrativos que el resto», dijo Sathya Kabirdas, Directora de Investigación en Frost & Sullivan.

La especialista explicó que mayor sofisticación hace que las amenazas cibernéticas sean más difíciles de identificar. Al mismo tiempo, éstas ya no son universales y más bien están evolucionando para dirigirse a industrias específicas, como el sector autotransporte.

Frost & Sullivan estima que el 55% de los camiones en Norteamérica y el 43% de los europeos estarán conectados para el 2025. Esto resaltará la necesidad crítica de soluciones de ciberseguridad robustas con protección activa de múltiples capas que aborden los requisitos mínimos de seguridad de los equipos que incluyan este tipo de vehículos.

«Idealmente, estas soluciones también deberían tener tecnologías preparadas para el futuro, basadas en la premisa de que los sistemas del vehículo pueden ser penetrados de maneras que no se observaron con su diseño”, señaló Byron Messaris, Consultor Senior de Movilidad de Frost & Sullivan.