Si bien la adopción masiva de la electromovilidad en México aún tomará tiempo, Volvo Buses comenzó a aplicar medidas a favor del ambiente y la eficiencia a través de la puesta en marcha del primer autobús 100% eléctrico en la Línea 4 y recientemente en la Línea 7  del Metrobús en la Ciudad de México a manera de prueba piloto.

Al respecto, Carlos Acosta, gerente regional de Volvo Buses para la Zona Centro, comentó que luego de un periodo de pruebas con el operador Conexión Centro Aeropuerto, a finales de enero puso en operación un 7900 de entrada baja que no genera emisiones de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, material particulado, ni ningún otro gas contaminante o de efecto invernadero.

Para su puesta en marcha, dos conductores recibieron la capacitación pertinente para certificarse en el manejo de esta unidad. Asimismo, la armadora sueca está preparada con vehículos de rescate 24/7, en caso de que se presente alguna eventualidad en la operación de esta unidad.

El objetivo, precisó, es que esta prueba piloto se extienda a lo largo de seis meses, periodo suficiente para recopilar la información acerca de los resultados y beneficios que esta unidad es capaz de aportar al sistema de transporte capitalino.

Durante este lapso, la firma sueca ha monitoreado la operación de la unidad y lleva un reporte puntual sobre la forma de operarla, el aprovechamiento de energía en kilómetros recorridos, cargas nocturnas y potencial para cargas de oportunidad durante el trayecto de la unidad. Tiene acceso a toda esta información a través de Volvo Telematics.

Con cuatro meses de operación y más de 10,000 km recorridos, este autobús eléctrico solo está recibiendo la carga nocturna al concluir su jornada y llegar al encierro. Este proceso, señaló Leticia de la Torre, especialista en Desarrollo de Producto de la firma sueca, se completa en cuatro horas y media, tiempo suficiente para emprender su regreso a la actividad.

A la fecha, dijo, con base en la topografía, velocidad y temperatura a las que opera, esta unidad ofrece una autonomía de 230 km y una reserva de batería adicional, por  lo que no hay necesidad de realizar una carga de oportunidad a lo largo de su recorrido.

La velocidad de esta unidad está controlada a 60 km/h; además, dijo, cuenta con alertas visuales y auditivas que detectan la presencia de peatones y ciclistas, promoviendo así una operación más segura.

En cuanto al potencial de las unidades eléctricas, Carlos Acosta explicó que ciudades como Guadalajara, Monterrey y el Estado de México han manifestado interés en incorporarlas, de modo que actualmente, Volvo Buses trabaja de la mano de las autoridades para desplegar el talento de todas sus áreas.

La idea, precisó Acosta, es colocar estas unidades con clientes y gremios de gran liderazgo que se conviertan en embajadores del uso de la electromovilidad y, que mediante su ejemplo de éxito y resultados palpables, marquen la pauta para que poco a poco más operadores de transporte opten por incorporar estos vehículos a su operación.

Al respecto, Gilberto Ramírez, director de Planeación Estratégica de Volvo Buses, comentó que cuando este proyecto de electromovilidad cobre mayor fuerza en territorio nacional, México apostará por realizar la producción de estas unidades en su planta mexiquense de Tultitlán, complejo industrial que cuenta con capacidad para fabricar 12 unidades al día, una línea de ensamble flexible y, sobre todo, mano de obra calificada.

Apuesta por el nacimiento de una #CiudadCero

Carlos Acosta expresó que la puesta en marcha de autobuses eléctricos está fundamentada en su filosofía #CiudadCero, es decir, en la construcción de urbes con cero tráfico, cero accidentes, cero ruido y cero emisiones.

Sobre estos cuatro pilares Volvo Buses ha dispuesto la innovación y tecnología que caracterizan a la marca, de manera que su contribución al panorama urbano vaya más allá de la producción de autobuses de transporte de pasajeros.

El objetivo, comentó, es confeccionar proyectos integrales llave en mano, que constituyan una propuesta innovadora, integral y de alto impacto social en el transporte público.

En este sentido, Gilberto Ramírez comentó que Volvo Buses contribuye a la construcción de #CiudadCero mediante tres aspectos fundamentales. El primero consiste en un completo portafolio de vehículos cero emisiones, de momento, enfocado en viajes urbanos, pero ya trabaja en el desarrollo de celdas de combustible para incorporar la electromovilidad a vehículos de pasajeros para largas distancias. 

El segundo punto es la experiencia que la compañía ha adquirido a través de la cercanía con los clientes en la planeación y desarrollo de este tipo de proyectos; en los que el primer paso es detectar las necesidades y ofrecerles soluciones innovadoras.

En este sentido, destacó la digitalización y servicios conectados, que favorecen una adecuada gestión de cada unidad y de la flota en general, propiciando la eficiencia y productividad.

Finalmente, el tercer aspecto es el total soporte a los vehículos de los clientes, pues la firma sueca cuenta con la infraestructura de servicio óptima y un óptimo nivel de especialización por parte de su personal técnico.

Panel de especialistas Volvo Buses México #CiudadCero

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