Desde que tiene memoria, Yvette Bazán soñaba con ser empresaria cuando fuera grande. A pesar de que su padre y su abuelo tenían una agencia aduanal, ella quería construir algo suyo, propio. Así empieza la historia de YBM Logistics.

Fue a la escuela, creció y cuando tuvo que elegir una carrera, escogió Comercio Internacional, pues sabía que le sería de mucha utilidad si decidía trabajar para la empresa familiar. 

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A los 23 años, con la universidad terminada, tuvo una disyuntiva: trabajar con su papá o crear su propia empresa. Aunque conocía el trabajo en las aduanas, Yvette pensó que quería hacer algo distinto. 

Vio que justo a un lado de este nicho que le era tan familiar, había muchos camiones. La demanda de transporte siempre fue creciente, así que pensó que invertir en camiones podría ser rentable. 

Sabía que si lo platicaba con su papá, tal vez él no estaría de acuerdo, así que lo hizo sin avisarle. Un día, de pronto, compró unos camiones y pensó que sería fácil conseguir trabajo en el tránsfer. 

No es que haya sido fácil, sino que se rodeó de las personas indicadas para sacar adelante el nuevo emprendimiento. Desde los operadores y hasta el personal administrativo, todos tenían claro que haciendo bien las cosas, el negocio podría crecer. 

Así fueron los primeros años, picando piedra, sembrando y tocando puertas. Ser joven, ser mujer y ser nueva en el negocio representaron los principales obstáculos en aquella temporada. 

Una vez más, gracias al equipo que se conformó en ese tiempo, Yvette Bazán seguía construyendo su sueño. Años más tarde, por razones circunstanciales, tuvo que hacer una pausa. Sin embargo, el aprendizaje, las experiencias y los procesos fueron el gran legado de esa primera época. 

Para 2010 regresa con fuerza, ya bajo la razón social de YBM Logistics, nombre formado con las iniciales de Yvette Bazán Múzquiz y que a la fecha sigue consolidando su presencia, principalmente, en Nuevo Laredo. 

Una vez más, ahora con un bagaje importante, empezó a sembrar el nuevo presente y logró posicionar a su empresa en la operación de tránsfer. 

Desde entonces, gracias al equipo y a la formalidad de sus procesos, YBM Logistics ha registrado crecimientos importantes, a pesar de las vicisitudes naturales del negocio. 

Robos, accidentes y fenómenos naturales han sido parte de esta historia, al grado de pasar por momentos de emergencia, como en 2017, cuando un tornado sorprendió a la ciudad y afectó considerablemente la operación de la empresa. 

En aquella ocasión, recuerda Bazán, 10 días estuvo cerrado el Puente Internacional 3, lo que significó un atraso inverosímil para el quehacer de la empresa, ya que se tardaban hasta diez horas en cruzar un remolque por la frontera. 

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A pesar de esto, YBM Logistics se repuso y siguió adelante. Aunque su operación era solo de tránsfer, sus clientes empezaron a requerir el servicio doméstico, de tal manera que también se presentó la oportunidad de diversificar y bajar a carretera. 

Con la visión de crecimiento y consolidación, Yvette tomó esta decisión y hasta la fecha le ha salido bien, pues sabe que la calidad del servicio debe ser la misma y la confianza de sus clientes sigue siendo muy importante para la empresa. 

En la actualidad, YBM Logistics goza de buena salud y tiene la perspectiva de seguir creciendo, gracias, en buena medida, al repunte que vive la demanda de transporte internacional entre México y Estados Unidos.