Después de casi de dos años de ser golpeadas por la pandemia, las cadenas de suministro globales ahora enfrentan un contexto que pondrá a prueba nuevamente su resiliencia: la intervención militar de Rusia en Ucrania.

“En este momento, es difícil pronosticar cómo se desarrollará la situación. Las posibilidades van desde un escenario extremo, un conflicto militar que tendría efectos desastrosos en las cadenas de suministro, hasta sanciones económicas severas que crearían volatilidad y afectarían la capacidad de producción mundial y rutas críticas para la logística”, consideró Bertha Martínez Cisneros, Coordinadora de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad Campus Mexicali.

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La especialista consideró que, incluso, una posición de estancamiento generaría una mayor incertidumbre en las cadenas de suministro, especialmente en industrias clave como la electrónica de alta tecnología, los semiconductores, la energía, los minerales de tierras raras y otros materiales.

De acuerdo con la consultora Gartner y otras firmas, se pueden identificar seis problemas que las empresas enfrentarán en este renglón, si continúan las escaladas en Ucrania:

  • Escasez de materia prima clave
  • Aumentos en los costos de materiales
  • Impactos en la capacidad de producción
  • Volatilidad de la demanda
  • Restricciones de capacidad y rutas logísticas
  • Violaciones de ciberseguridad

Al respecto, y en nombre de la comunidad empresarial mundial, John W.H. Denton; Secretario general de la Cámara Internacional de Comercio (ICC, por sus sigla en inglés), declaró que la intervención militar de Rusia en Ucrania sin duda tendrá repercusiones significativas para las cadenas de suministro mundiales en las próximas semanas y meses.

La inflación de los alimentos es también un riesgo de la interrupción de las cadenas de suministro. Rusia y Ucrania juntos aportan alrededor del 29% al mercado mundial de exportación de trigo. Ucrania, el “granero de Europa”, está en camino de convertirse en el tercer mayor exportador de maíz del mundo, y Rusia es el principal exportador de trigo. Ucrania también es uno de los principales exportadores de cebada y centeno.

Aparte de los alimentos, los dos países son líderes mundiales en la producción y exportación de metales como el níquel, el cobre y el hierro. Otras materias primas como neón, paladio, platino y varios productos químicos, especialmente derivados y productos petroquímicos, también se fabrican y exportan en grandes cantidades desde ambos territorios.

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Ucrania se ha convertido en un proveedor clase de metales esenciales y materias primas para las cadenas globales de valor. Principalmente en la producción de semiconductores, automóviles y medicamentos, que se verían gravemente afectados por la interrupción de actividades comerciales en este país. 

“Para comprender lo complejo de las cadenas de suministro globales, consideremos 2,100 empresas estadounidenses y 1,200 europeas que tienen al menos un proveedor directo (nivel 1) en Rusia. Más de 450 empresas en EU y 200 en Europa tienen proveedores de primer nivel en Ucrania; los números aumentan a medida que pasamos de proveedores directos a las relaciones indirectas (Nivel 2 ó 3). Más de 15,100 empresas en EU y 8,200 empresas europeas tienen proveedores de nivel 2 con sede en estos países y de nivel 3 estaríamos considerando 190,000 empresas en EU y 109,000 empresas en Europa”, informó Martínez Cisneros.

En este contexto, consideró que una severa crisis de hidrocarburos, minerales, metales, energía e incluso de alimentos, podría estar en camino; ya que es probable que los precios de esos artículos se disparen, debido a la escasez, la compra irracional y el proteccionismo. “Esto, a su vez, afectará las operaciones de fabricación tanto del suministro y distribución en las cadenas de estos commodities”.

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Además, importantes rutas logísticas como la ruta del Mar Negro y el ferrocarril y las carreteras de Europa a Asia y viceversa se verán afectadas y provocarán retrasos e interrupciones. También se espera un desbordamiento a los puertos chinos y otros nodos de transporte clave.

“Esperamos que muchos de estos riesgos no se materialicen y representen el peor de los casos; pero los líderes de las cadenas de suministro globales deben considerar el impacto potencial del conflicto militar entre Rusia y Ucrania”, concluyó la especialista.

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