A pesar de las estrategias de prevención impuestas por autoridades de salud en la denominada nueva normalidad, para las empresas de autotransporte su máxima preocupación es el surgimiento de un repunte de contagios de COVID-19 que pudieran impactar en su operación, reveló el Termómetro TyT.

Esta semana, el ejercicio de opinión realizado a través de la cuenta de Twitter @revistatyt, indagó entre los factores que más inquietan a los transportistas en esta nueva fase de la pandemia, alcanzando los 855 votos.

Como resultado, el 34.7% votos, equivalente a 297 opiniones a favor, consideró que un repunte de casos es lo más preocupante. Y es que el 1º de junio llegó con prácticamente todo el país en rojo en el semáforo propuesto por las propias autoridades.

Además, hasta el momento, la Secretaría de Salud federal reporta más de 110,000 casos confirmados de COVID-19 y más de 13,100 defunciones, y la curva de contagios no ha logrado ser aplanada, mucho menos disminuida. 

En segundo lugar en el Termómetro TyT se colocó la inseguridad por la crisis, aspecto que concentró el 31.7% de la participación, es decir 271 votos. Desde el inicio de la Fase 3 de la pandemia, el Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP) alertó que habría un aumento de robo a autotransporte derivado de las limitaciones a la movilidad.

Asimismo, el sector ha manifestado su preocupación de que la falta de empleos, así como el encarecimiento de determinados productos y el aumento en el valor de determinadas mercancías, aumenten el hurto. De acuerdo con cifras de la Fiscalía General de la República (FGR), durante abril se duplicó el robo de alimentos y abarrotes; mientras que la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección vehicular (ANERPV) denunció el incremento del 46% de robo al sector en el Triángulo Rojo en el segundo bimestre del año.

En tercera posición del Termómetro TyT se colocó el lento avance económico, rubro que logró 29.2% de la votación, 250 opiniones a favor. Al respecto, si bien la nueva normalidad implicó el arranque de nuevas actividades esenciales (minería, construcción y fabricación de equipo de transporte), la incertidumbre aún permanece, pues estas industrias primero tienen que cumplir con los estándares de seguridad solicitados por autoridades en salud y se prevé que el reinicio de actividades se dé bajo determinadas condiciones que no permitan el 100% de la operación, como horarios escalonados para evitar aglomeraciones.

Por otro lado, aún hay industrias que siguen sin tener luz verde para arrancar y eso aún mantiene a los camiones de algunos transportistas detenidos.

Finalmente, en con un lejano 4.3% de la votación, equivalente a 37 participantes del Termómetro TyT, manifestaron que las nuevas exigencias sanitarias resultan la mayor preocupación en la nueva normalidad.

Cabe recordar que las autoridades sanitarias emitieron una serie de condiciones que deben cumplir las empresas para evitar la propagación del COVID-19 entre sus colaboradores. Este aspecto, además, representa una nueva inversión para las flotas, que ahora se dan a la tarea de reestructurar espacios de trabajo para mantener la sana distancia, conseguir proveedores de servicios de sanitización y adquirir equipo de protección para sus empleados.

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