Profesionalizar o fortalecer una empresa transportista no es tarea fácil, ni mucho menos se logra de la noche a la mañana, ya que hay aspectos clave o pilares que necesitan ser atendidos de manera óptima para lograr que el negocio sea eficiente y, por supuesto, rentable.

La situación actual lleva a los empresarios a prestar especial interés en factores determinantes sobre su organización, su entorno y sus objetivos, para no desvanecerse en un entorno complicado; y una forma de hacerle frente es analizar a detalle cada paso y avanzar con cautela ante los diversos desafíos del sector; y una gestión empresarial sustentada y ejecutada adecuadamente puede ser la clave para sortear los obstáculos.

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En ese sentido, José Gutiérrez, socio de High Performance Consulting Services, compartió durante el podcast Ruta TyT los cinco pilares que considera fundamentales para fortalecer a las empresas de autotransporte:

«Hemos estado trabajando en la investigación y con los clientes; y hemos visto que principalmente es la planeación, los KPI’s o los indicadores claves; los temas de mantenimiento vehicular; el operador, que definitivamente es un tema muy importante para este desempeño; y la dinámica empresarial de empresas familiares. Esos cinco no son los únicos, pero sí los clave o la base para poder formar una empresa exitosa».

Aquí puedes escuchar el episodio de Ruta TyT con José Gutiérrez:

Planeación

El especialista resaltó la importancia de las planeaciones estratégica, financiera y operativa, ya que con estos tres puntos se abarca todo el accionar de la flota, logrando identificar aspectos como las finanzas del negocios, el control de pagos, los presupuestos, el estado de los vehículos y el uso que se les da, da elementos que ayudan a definir las tarifas, entre otros.

«Hay empresas no tienen ninguna planeación. La recomendación es definitivamente hacer una planeación que se base en el organigrama, en los objetivos de mediano y largo plazo, en qué va a pasar en nuestra industria… Es uno de los puntos más importantes para poder darle rumbo y curso, y así cumplir los objetivos y el crecimiento».

KPI’s o indicadores clave

Gutiérrez comentó que no se trata de tener todos los indicadores posibles solo por tenerlos, sino identificar aquellos que son realmente relevantes para la empresa y sus objetivos; es decir, aquellos que funcionen como sus «signos vitales» y por lo tanto permiten tener un diagnóstico más certero para tomar las decisiones necesarias.

«Son los signos vitales para saber cómo va tu negocio. (…) Esos KPI’s te tienen que decir de un vistazo cómo está tu negocio en el momento que lo estás viendo y es por eso que son tan importantes. No puedes medir cualquier cosa», apuntó.

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En este sentido, mencionó que puede ser un error común tener muchos indicadores clave de desempeño (KPI por sus siglas en inglés), y por ello recomendó que depurar la lista de estas métricas para finar sólo aquellos que afectan directamente a los objetivos de la empresa.

También destacó la necesidad de diferenciarlos entre operativos y financieros, así como cuidar un óptimo balance entre esos y sus objetivos, ya que puede haber un buen desempeño en la operación, pero alguna caída en los ingresos o costos; y viceversa; y el objetivo es lograr que el negocio marche bien y sea rentable.

Mantenimiento vehicular

En este punto, destacó Gutiérrez, el control de gasto es uno de los focos, pero que éste no debe desprenderse del calendario de cumplimiento de mantenimiento, ya que se puede caer en el error de aplazar los cuidados de los vehículos por la falta de presupuesto o para «evitar» las pérdidas en el reporte mensual.

«A veces por no tener dinero se sacrifica el mantenimiento un mes y se reporta una ganancia, pero en dos meses te va a causar una pérdida mucho mayor de lo que te ahorraste».

Por ello señaló que la ejecución del mantenimiento y el control del gasto pueden dar la información necesaria para mejorar los indicadores que reduzcan el tiempo de cada unidad en el taller, sin descuidar los cuidados preventivos y eficientando su operación; logrando así impactar a la productividad, la disponibilidad y el gasto.

Operadores

Éste es uno de los principales ejes del negocio, destacó, ya que sin operadores los camiones están detenidos y por tanto no son productivos. Por ello consideró que es necesario retomarlos como un aspecto central en las acciones de la empresa, honrando su labor y profesionalizando su actividad; sin olvidar las atenciones hacia su bienestar y el de su familia.

«Queremos comprar 20 camiones hasta que nos damos cuenta que nada más tenemos ocho operadores, entonces no podemos comprar 20 unidades. Como operador, si voy a trabajar en un lugar, a mí me gustaría que me trataran con dignidad, con respeto, y que honraran mi trabajo», apuntó Gutiérrez.

Sobre todo en momentos en que se enfrenta una escasez de conductores y que éstos ya no llegan de generación en generación, siguiendo los pasos del papá o del abuelo.

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En este aspecto, destacó que el salario emocional y las capacitaciones son pilares que deben atenderse para lograr atraer y retener a los operadores; y agrega que acciones que cuiden su salud, su bolsillo y a su familia deberían ser prioritarias en las empresas transportistas.

Asimismo, recomendó involucrar a la familia de sus operadores, ya que es ese núcleo lo que impulsar a la persona y puede impulsar la lealtad hacia una empresa que le permite llevar bienestar a sus seres queridos, además de que le permite crecer y desarrollarse laboralmente.

«Si la empresa ve por mí, yo voy a ver por la empresa y me voy a sentir parte de la empresa y no nada más un empleado más», ese es el pensamiento que se debe impulsar en este colaborador, indicó Gutiérrez.

Dinámica empresarial de empresas familiares

El especialista destacó que el grueso de las empresas transportistas son negocios familiares, por lo que el reto es evitar que las dinámicas de la familia se antepongan a las empresariales; y señaló dos puntos débiles principales:

  1. No hay un objetivo común
  2. Llevar el conflicto familiar al negocio

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En este sentido, explicó que los integrantes de la empresa familiar deben definir y tener claro el objetivo del negocio; y dejar fuera de la empresa lo familiar, lo que permitirá evitar conflictos y confundir los roles, entre otros aspectos; ya que realizar esta separación permitirá enfocarse en los objetivos empresariales.

«Hay que dejar la chamba en la chamba y la familia en la familia… no se pueden tratar los negocios en la carne asada o en el cumpleaños de la abuelita, eso no es profesional y no abona a la relación empresarial», recalcó.

No obstante, agregó, esto no quiere decir que no se puedan definir y establecer reglas, ya que es la mejor manera de conciliar estos puntos, ya que al fijar los derechos, obligaciones y hasta beneficios de los familiares, se logra darles un marco para que funcionen dentro del entorno profesional, dando certidumbre tanto para el negocio como para quienes participan de él.

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